Sumario

Innovación

‘Big data’ para ganar sostenibilidad, eficiencia, gestión y calidad de vida

Agricultores, ganaderos y selvicultores rompen estereotipos con tecnología. Vacas vigiladas por drones, colmenas con sensores que controlan a las abejas, cosechas que se deciden por medidores de humedad, riegos gota a gota regulados por ordenador, tratamientos fitosanitarios personalizados para cada planta e inventarios forestales con tecnología blockchain son algunos ejemplos de cómo el mundo rural se está transformando en datos que se cruzan y analizan con inteligencia artificial. Es una paradoja: nueva tecnología para actividades tradicionales.

Distintos grupos operativos y proyectos investigan y desarrollan aplicaciones que tienen a las nuevas tecnologías como motor de su actividad. Conscientes de que no se puede vivir mirando al cielo, esperando una lluvia que cada año es más escasa, el productor busca garantizar cosechas y asegurar la recolección para lograr la máxima eficiencia en su explotación. La disponibilidad y el consumo del agua son la clave. Conocer las necesidades de la planta permite regular la cantidad de agua apropiada para mejorar su producción, controlar las fechas de maduración, mantener las características organolépticas que tengan, administrar la cantidad precisa de fitosanitarios que requiere cada planta y garantizar el cumplimiento de los compromisos comerciales y de distribución, entre otras cosas.

Texto: Ismael Muñoz. Fotografías: Ixorigué / Coova / Bihortaflor

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Los ganaderos han aprendido a manejar un dron con el que localizan el ganado y recogen la información almacenada en el collar electrónico.

Báscula de pesaje empleada en el proyecto de Mejora de la Trazabilidad Ovina.

Un sensor registra la temperatura y humedad, y decide cuándo y cuánta agua suministrar a la planta.